Ajena al resto y apurando que es gerundio.

Propuestas De Felicidad (II): Lo Que Miro.

Me siento con un cigarrillo (sí, todavía no abandonado el ominoso vicio) en una vieja piedra que ahora es mi lugar común, erosionada y marcada por las callosidades del tiempo y de la lluvia y los veo pasar en largas caravanas... De ida, los viernes o los primeros días de vacaciones y de vuelta, los domingos al caer la tarde. Conducen los mismos coches, cargan con las mismas familias, sudan y vociferan de ida y vuelta, y sin embargo... son distintos. Luego cuando miro los periódicos y veo las noticias sangrientas como el pan nuestro de cada día, lo comprendo todo.

La vida que me he regalado.

Propuestas De Felicidad: Lo Que No Tengo.

No tengo vecinos.
No tengo atascos.
No tengo horarios.
No tengo que aguantar imbéciles en un trabajo.
No tengo prisa.
No tengo conectado el móvil.
No tengo que recordar el nombre de nadie.
No tengo que mirar en un libro para ver el arte.
No tengo problemas de espacio vital a mi alrededor.
No tengo que depender de un barco o un avión para viajar.

De autarquías y otras bendiciones.

Fahrenheit 451

Tranquila, Ripley. Que entre curso y curso estoy haciendo prácticas de ingeniería agrícola rudimentaria o de campesinado adelantado, como quieras llamarlo. Y aunque no te lo creas, la comida sin química tiene un sabor diferente, hasta puedes comer a oscuras sin temor a equivocarte.