Paso decisivo.

Aduana-Douane-Zoll.

Aprendo a ver. No sé por qué, todo penetra en mí más profundamente, y no permanece donde, hasta ahora, todo terminaba siempre. Tengo un interior que ignoraba. Así es desde ahora. No sé lo que pasa.

Rainer M. Rilke.

Crónica del pseudointelecto en rojo.

Lectura, Viajes, Descanso...

¡Lejanas palabras que ahora se me acercan!... Una semana más y volveré a leer por placer y no por obligación (autoimpuesta, desde luego).

Empirismo, razonamiento y aprendizaje.

Trépanos, Ventosas, Exprimidores.

Bajo esos efectos está el pobre cerebro de Tempus, tras esta semana horripilante... A pesar de todo, para albricias de mis amig@s y disgusto de mis enemig@s, de momento he sobrevivido.

La ley del deseo.

¡Oh Tempora! ¡Oh Mores!

Hace tiempo deseé otras cosas, tuve otros estúpidos objetivos. Ahora sólo me importa aprobar.

En capilla-biblioteca.

Vuelvo Pronto, Lo Prometo.

Estoy en capilla (y agobiada). Disculpen las molestias.

La importancia de las pequeñas cosas.

Varius, Multiplex, Multiformis.

Hacía muchos meses que no me encontraba tan bien. A pesar de ser domingo, estoy contenta. Ayer estuve charlando, durante horas, con una persona inteligente (de las que son difíciles de encontrar por aquí) y hoy viene una de mis amigas del alma, de las que abandonaron este desierto y marcharon a la península (con muy buen criterio).

La corruptible levedad del ser.

Cociendo Habas.

Diferencia entre antes y ahora: Antes, en ocasiones veía corrupción. Ahora la veo en todas partes y a todas horas.

La ciudad ideal.

Teoría De Los Elementos Aislantes.

Pasa el tiempo. Nunca fui muy habladora y ahora, en honor al aborrecimiento que le tengo al género humano, me impondré no decir más de cien palabras, en total, al día. Hoy lo he cumplido. Me gusta mi silencio. La ciudad perfecta es la que está vacía.

De la Tierra a la Luna.

Tierra Firme.

A ver si termino lo que tengo entre manos (o entre ceja y ceja) y empiezo a pensar en acortar distancias con el continente.

Alimentos primordiales.

Cuadernos Y Bibliotecas.

Las bibliotecas, ya sea la mía o las que comparto con una mayor cantidad de lectores, siempre me han parecido lugares gratamente disparatados, y hasta donde alcanza mi memoria siempre me ha seducido su lógica laberíntica, la cual sugiere que la razón (si no el arte) gobierna una acumulación cacofónica de libros. Siento el placer de la aventura cuando me pierdo entre estantes atestados de volúmenes con la seguridad supersticiosa de que una jerarquía de letras o de números me conducirá algún día al destino prometido. Durante largo tiempo los libros han sido instrumentos de las artes adivinatorias. «Una gran biblioteca» —observa Northrop Frye en uno de sus muchos cuadernos de notas—, «posee realmente el don de lenguas y un gran potencial para la comunicación telepática.

La biblioteca de noche. Alberto Manguel.

Buscando el olvido.

Y Cuando Esto Termine...

... Me sentaré en la plaza de Amberes, o en la de Gante; a brindar para olvidarme de esta isla ramera de mierda y de los mezquinos protozoos que la habitan. Uno de estos días me plantearé lo de ir y no volver jamás aquí.

Medievo oscuro.

Fin De Curso.

Ya casi se acaba. De Borgoña, lo más interesante son los vinos. El resto de la Medieval es una pesadez (hasta las narices estoy de la morisma).

Lecciones de Historia.

Efemérides.

Tercer centenario de la fundación de la Gran.... Bretaña como tal (cuando los malditos ingleses convencieron a los gilipuertas de los escoceses que más vale mal acompañados que solos).

¡Lo que hacen las lecciones de Historia!

P. S.: Obsérvese la cara de satisfacción de Su Ridícula Majestad (a buen seguro por mirar estar sentada al lado de un buen... mozo, porque a mí me da que el Phillip ya está un poco flojo).

Meteorología.

Apuestas.

¿Conseguiremos joderlo todo, antes de quince años?

Mis anfetaminas para los exámenes.

Último Empujoncito.

Eso, un empujoncito más (ya sólo quedan veinte días); y con suerte nos vamos ya a tercero. Y es que desde que dejé de hablar y perder el tiempo con tontas inconsecuentes, me cunde mucho más.

Los mejores años de nuestra vida.

Nada Importa.

Excepto la razón.