miércoles, noviembre 30, 2005
La Página En Blanco.
La pantalla en blanco del ordenador, imitando una página igualmente vacía, esperaba el contacto de mis dedos sobre el teclado, lo mismo que antaño rayaba o pintaba cuartillas sobre la mesa. Así fue que escribí o tecleé: "Este cuento lo han escrito otros, casi todos. Es siempre el mismo aunque cambien las formas. No tiene fin."
J. M. Fernández Argüelles.
Cuento Los Días.
Para pasear por los canales de Amsterdam, para tomar una copa en los divertidísimos sitios de ambiente de la ciudad, para volver a patear el Rijksmuseum y quedarme boquiabierta ante Vermeer y Rembrandt..., y: ¿por qué no? para entrar a echarme unas risas, y algo más, en un coffee shop...
Sancta Sanctorum.
This, no song of an ingenue,
This, no ballad of innocence,
This, the rhyme of a lady who
Followed ever her natural bents.
This, a solo of patience,
This, a chantey of sophistry;
This, the sum of experiments,
I loved them until they loved me.
Ballade at thirty five (Dorothy Parker).
This, no ballad of innocence,
This, the rhyme of a lady who
Followed ever her natural bents.
This, a solo of patience,
This, a chantey of sophistry;
This, the sum of experiments,
I loved them until they loved me.
Ballade at thirty five (Dorothy Parker).
martes, noviembre 29, 2005
Cincuenta Y Nueve.
Ayer, a la misma hora en la que yo estaba escuchando a María Durán (ex secretaria de las juristas europeas) en una conferencia sobre la ley integral contra la violencia de género, un malnacido (no quiero decir animal, porque los animales no asesinan a sus hembras), asesinaba a su pareja de dos cuchilladas, en Valencia.
Ya van cincuenta y nueve... es insoportable.
¿Hasta cuándo esta impotencia?
Celebrations.
Y que conste que a mí lo de la cerveza "light" (por eso de beber en horas de curro), como que no me acaba de convencer; pero la norma es la norma....
Refrán Financiero-Administrativo.
"El trabajo es como la porquería, tiende a acumularse en los sitios más insospechados en cuanto te descuidas."
Voy a necesitar, hoy, unas cuantas manos, o tal vez "fractalizaré" una de las mías, a ver si me cunde.
lunes, noviembre 28, 2005
Beguinas.
Hacía años que no escuchaba esa palabra, y hojeando una revista insustancial, me la volvió a traer a la memoria. De repente, unas ganas tremendas me asaltaron, de pasear por alguna de las ciudades de las beguinas. Afortunadamente, en mi próximo desplazamiento voy a poder satisfacer mi insaciable curiosidad. Me pasearé por Mechelen y Leuven (Malinas y Lovaina), sin dejar de pensar en los grandes retazos de cultura que nos dejaron aquellas mujeres: Hadewijch de Amberes, Matilde de Magdeburgo, Margarita Porète, etc. Mientras, los imbéciles de los hombres se mataban en las cruzadas para conseguir unas reliquias de dudosa catadura.
Ni Es Oro...
.... Todo lo que reluce, ni soy siempre ácida o amarga (sobre todo cuando el lunes laboral ha terminado).
Nefasto.
Es lunes, me duele el pie; tengo que ir al despacho a arreglar dos cosas urgentes y luego tengo que acompañar a una reunión, fuera del despacho, a la persona de cerebro más impermeable de toda la compañía. ¿Cómo lo veis?
Desolador panorama.
¡Ah!... Buenos días.
domingo, noviembre 27, 2005
Nos Queda La Palabra.
" Allá en el fondo, todas las palabras que dijimos y de las cuales ya no guardamos recuerdo, duermen bajo las aguas. Duermen aquellas que no supimos decir y esperan su turno para salir a flote. Las cartas que hemos roto; las no recibidas y las veces que hemos dicho adiós. La pena que sentimos y que ahora, al recordarla, nos parece pequeña. La risa o el llanto que no llegó a brotar. La amistad que buscamos en el instante dificil y que resultó más débil que nosotros, más falta de ayuda. La persona a quien quisimos consolar y nos sirvió de consuelo... Todo duerme allí, en ese fondo. "
Duermen bajo las aguas (Carmen Kurtz).
Ojalá...
... Se me fuesen acumulando, como estratos, los conocimientos. De momento, sólo se me acumulan los años. ¡Qué se le va a hacer!
sábado, noviembre 26, 2005
Especias Para Una Artista (De Las De Verdad).
Éste es un regalo para Roma. Ya que, como a mí, le gusta comer. Le doy unas pequeñas ideas coloristas (ella es una enamorada del color), para aderezar sus deliciosos platos.
Relajándome.
El mejor remedio contra el estrés. Es una buena comida sin prisas. Bueno, y luego otra cosa que no digo; por respeto a la concurrencia (hay maestras entre el público).
¡Buenos días!
viernes, noviembre 25, 2005
Un Cuento Amargo.
-Tu vida fue demasiado fácil -dijo el caracol.
-Cierto -dijo el rosal-. Me lo daban todo. Pero tú tuviste más suerte aún. Tú eres una de esas criaturas que piensan mucho, uno de esos entes de gran inteligencia que se proponen asombrar al mundo algún día.
-No, no, de ningún modo -dijo el caracol-. El mundo no existe para mí. ¿Qué tengo yo que ver con el mundo? Bastante es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo.
-¿Pero no deberíamos todos dar a los demás lo mejor de nosotros; no deberíamos ofrecerles cuanto pudiéramos? Es cierto que no te he dado sino rosas, pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú al mundo? ¿Qué puedes darle?
-¿Darle? ¿Darle yo al mundo? Yo lo escupo. ¿Para qué sirve el mundo? No significa nada para mí. Anda, sigue cultivando tus rosas, es para lo único que sirves. Deja que los castaños produzcan sus frutos, deja que las vacas y las ovejas den su leche, cada uno tiene su público, y yo también tengo el mío dentro de mí mismo. ¡Me recojo en mi interior, y en él voy a quedarme! El mundo no me interesa. Y con estas palabras, el caracol se metió dentro de su casa y la selló.
-¡Qué pena! -dijo el rosal-. Yo no tengo modo de esconderme, por mucho que lo intente. Siempre he de volver otra vez, siempre he de mostrarme otra vez en mis rosas. Sus pétalos caen y los arrastra el viento, aunque cierta vez vi, cómo una madre guardaba una de mis flores en su libro de oraciones, y cómo una bonita muchacha se prendía otra al pecho, y cómo un niño besaba otra en la primera alegría de su vida. Aquello me hizo bien, fue una verdadera bendición. Tales son mis recuerdos, mi vida.
Y el rosal continuó floreciendo en toda su inocencia, mientras el caracol dormía allá dentro de su casa. El mundo nada significaba para él. Y pasaron los años. El caracol se había vuelto tierra en la tierra, y el rosal tierra en la tierra, y la memorable rosa del libro de oraciones había desaparecido... Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos.
¿Empezamos otra vez nuestra historia desde el principio?
No vale la pena; siempre sería la misma. "
El caracol y el rosal (Hans Christian Andersen).
Electroshock.
¡Ni alejamientos que ninguno cumple, ni hostias!
¡¡¡¡¡E L E C T R O S H O C K!!!!!
Y si se siguen poniendo tontos: Lobotomía.
56 mujeres muertas en 2005 a manos de sus parejas....
¡¡¡¡¡E L E C T R O S H O C K!!!!!
Y si se siguen poniendo tontos: Lobotomía.
56 mujeres muertas en 2005 a manos de sus parejas....
Movimiento Y Agitación.
A eso de los viernes, todos los borrachos de este sector en el que trabajo, están despiertos y listos para cogerse el moco al salir del curro. Mientras eso sucede (lo de salir del curro a emborracharse, hasta la próxima semana) se dedican a dar la chapa. ¿Habéis intentado alguna vez explicarle la regla de tres a un borracho? Es... alucinante.
Mi Pie Izquierdo.
Ya está casi restablecido. Me sale perfecto el ejercicio de rehabilitación. Y además, es viernes. Bieeeen...
jueves, noviembre 24, 2005
Principios Fundamentales De Geometría De Subsistencia.
A) No te preocupes nunca por lo que no puedas controlar.
B) No le dediques más tiempo del imprescindible a alguien que no merece la pena.
C) Nadie dice jamás la toda la verdad; y los que juran que la dicen, menos.
D) En estados carenciales, los oídos son especialmente permeables a almacenar estupideces como si fuesen axiomas.
E) Nunca se está demasiado lejos de nadie. Protégete y adquiere un cartel mural de "acceso denegado."
No Es Por Nada.
Pero yo, a esta chica, no le acabo de encontrar la gracia; por muchos chinos o japoneses que se cargue con una katana.
Como Aníbal.
Cuando era niña y veía u oía los anuncios de detergentes (y de algunas otras cosas), sufrí el síndrome de Aníbal. Es decir: Les juré odio eterno a los jabones de lavar la ropa, por eso de que además te trataban de convencer de que lavases a mano. Mi madre se enfurecía cuando yo pintarrajeaba sobre el nombre del detergente (en la caja), para borrarle el nombre. Esa costumbre aún me sigue quedando, aunque ahora, los envases son de plástico y es algo más complicado borrar los nombres con rotulador sin ponerme perdida las manos, aunque suelo arrancar las etiquetas de papel; sin darme cuenta. ¿Necesitaré psicoanalizarme?