La radio escuchando, y con el mazo dando.

El Séptimo: Pereza.

Y pensar que ahora, las maravillas de la técnica, te eximen de coger apuntes...

Ya me están empezando a pasar materia para el curso próximo, ¡en mp3!, así no tengo ya ni que molestarme en leer. Te pones el aparatito en el "loro" del coche, en los atascos, y te "radian" Arqueología, o Contemporánea...

Es cierto que la voz de la individua que narra la materia (siempre en el mismo tono), es un pelín cansina; pero los avances tecnológicos me van a permitir disfrutar de mi pecado capital por excelencia... para siempre.

Artes culinarias.

El Día Del Señor.

Me he levantado tarde para ir a la playa... Teniendo en cuenta que es domingo, estamos rozando ya, los cuarenta grados y la arena estará tapizada, a estas horas, por familias infames con miles de hijitos gritones (eso sí, en muchos idiomas, porque a la isla ramera, a políglota no la gana nadie), orientales que te amenazan con darte un masaje que más bien te descolocaría todos los huesos, sudacas costrosos que te echan del sitio en el que has asentado tus reales diciendo: "yo puse antes la frazada, mi amor" (y para que te decidas te enseñan los dientes y el cuchillo). De la chusma rumana, albano-kosovar, búlgara y demás basura, que se encarga de robar todo lo que encuentran mientras te bañas, ya ni hablamos...

Así que nada, bendeciremos a San Caldera y nos iremos a un buen restaurante (que tenga aparcacoches y seguratas, para que no peligren las carteras) , que es lo que nos queda a los que pagamos los impuestos.

Chupar del bote (deporte nacional por excelencia).

Pero... ¿hubo alguna vez 11.000 honrados?

Quizá fuese ésa la pregunta que debería de haberse hecho Jardiel Poncela, en vez de la de las vírgenes (total, a la gente ya nos la trae al pairo las costumbres sexuales de la peña). Es mucho más preocupante lo otro, lo de no saber con quién te juegas los haberes. Curiosa y matemáticamente comprobado, que cuanto más gana un individuo, mas sinvergüenza es. Cualquier día de estos relataré el por qué de esta reflexión. Aseguro que otra vez se vuelve a cumplir lo de que la realidad supera a la ficción.

Sin Georgie Dann, nada es lo mismo.

¿Monarquía O República?

La verdad, me da igual. Pero casi prefiero que sigan los moradores del palacio, en él (y eso que mis simpatías nunca han estado del lado de la realeza, que me da mucha grima); que que se les ocurra a los del "gobiernosurrealistaisleñodebarbiesysoplagaitas" dedicarlo a algo "cultural", entendiendo, como entienden, por la cultura de esta isla, establecer en el recinto puestos de churros (en este caso cocas y ensaimadas) y "ball de bot" y "xerimies" (que son unas flautas molestísimas que siempre tocan lo mismo, como un disco rayado). Pero ya tienen, con estas mandangas, los medios su "serpiente" del verano.

Ya se sabe, Sancho, con la "esquerra" hemos topado.

No es lo que pienso... es lo que soy (idiota, a veces).

¿¿¿???...

¿Será que nuestra miserable existencia se reduce a mediocre o menos mediocre, o a mala o menos mala?...

Los que necesiten más tiempo para contestar, ya han contestado (y además son idiotas, como una servidora).

Transferencia a la felicidad.

El Idioma De La Piedra.

Casi a punto de salir del pan nuestro y la mierda de cada día. Un viaje al silencio y a la quietud de las piedras. Elementos hermosos que carecen de la suciedad de la carne, de la sangre, y de los errores en la cadena evolutiva...

Que la civilización sea con nosotr@s.

El quid de la cuestión.

Dudas Suicidas.

Que estaba pensando yo... ¿Y si me matriculo de todo tercero y alguna de cuarto?

A mí, a suicida no me gana nadie, que conste.

Reflexiones de un cerebro levógiro.

Alucinaciones Bajo Un Arco Tudor.

Me viene a traer documentos, como cada semana.

-Tíralos sobre la mesa- le digo-, pero no te acerques a mí; y tampoco toques el escritorio. No quiero que los servicios de limpieza piensen que he ensuciado la mesa.

Se me queda mirando, atónita e interrogante, con esos ojos estrábicos que tanto aborrezco.

-Te he dicho que no te acerques- le repito cuando observo que da un paso adelante-. Hoy me siento generosa. Te voy a decir el por qué: apestas.

Cuando se marcha, dejando atrás los papeles, aprieto el botón del pulverizador esperando a que su mísero rastro se desvanezca y se acabe pronto la jornada de trabajo.

Ojos que no ven.

Dando La Espalda.

Porque ya se me pasó la época (ésa tan inútil), de ir de frente. Además de aprender de los libros, se aprende que el mundo no vale nada, que todo es una gran estafa y que sólo nos queda mirar cómo todo se va degradando indefectiblemente. Y además, no sabremos ni como disparar un arma para defendernos, cuando llegue la lucha (que llegará, antes de lo que nos imaginamos).

Todo en orden (para mí que se me ha ido la olla).

Y Vuelta A Empezar.

Las promesas están para perdonárselas a un@ mism@. Se supone que como he aprobado todo y con notazas, me tenía que relajar y esperar a octubre. Pero la insularidad de la ramera, es lo que tiene. He aquí que para evitar que se agoten, pido los libros del próximo curso; y en un milagroso alarde de eficacia conjunta de la editorial y de la empresa de mensajería, me llegan en menos de una semana (sé de casos en los que han tardado dos meses en llegar). Firmo el recibí, digo al muchacho que me entrega la caja que la deje en el trastero, con el firme propósito (que, al final, se ha demostrado que no era tan firme) de no abrirla hasta volver de vacaciones, en septiembre. Me autoengaño diciéndome (mientras miro la caja precintada) que igual no me caben los libros en los estantes y que tendré que hacer limpieza de textos que me estorban. Intento que no cuele, pero... como mi otra personalidad es muy hábil para engañar a esta personalidad pardilla que me gasto en viernes; me deja (mi personalidad aviesa) caer: "¿y si se han equivocado y falta algún libro?", "mira que no es la primera vez, acuérdate del curso pasado, esos torpes te mandaron uno duplicado y te faltaba otro", "además, ya los has pagado (una pasta, oye)"....

Y aquí estoy como una gilipollas, enganchada a la Geografía de España, sin entender un carajo de los paroxismos Herciniano y Alpino (mira que suena mal), y alucinada.

Me tengo que plantear una cita con el psicólogo cualquier día de estos.

Señas de identidad: Nunca llegaré a ser nada útil.

Paradojas.

Está visto: en este país, es más fácil robar que devolver la pasta. Resulta que me ingresan, por error, treinta y seis mil pavos en la cuenta. Digo que es un error, que no era para mí la transferencia, y el banco no hace nada más que darme la paliza con pidiéndome datos de los que se han equivocado ingresándome la pasta; a los que, por cierto, no conozco de nada. En cambio, si robas, te acabas haciendo famoso y ganando más dinero en los platós de televisión. Curioso, ¿verdad?

¡Maldita sea la honradez!

Cromosomas afortunados.

Aventuras Como Premio.

Aunque sean de bajo riesgo y muy cómodas (que ya no está una para muchos trotes). Siempre tuve curiosidad por saber lo que veía con sus ojos, un personaje pintoresco (y un poco obtuso, todo hay que decirlo): el aventurero Simplicisimus. Me apetece patear, en unos días lo que otros se lucharon en treinta años.

Escalera hacia la luz.

Vista Atrás.

¡Qué atrás se me han quedado algun@s!...

Pero no voy a apartarme de mis peldaños del conocimiento por nadie.

Las buenas (o mejores) compañías. Las únicas.

¿Acabar O Empezar?

Ya salió la última nota que faltaba.... uffff. He terminado y con mejores resultados que el curso anterior. Ahora, además de leer tebeos, me planteo: ¿Vuelvo a empezar con el siguiente curso? Creo que sí. A mí, lo de estar sin un libro entre las manos, se me hace extraño... ¡Tiembla, tercero, que voy a por ti!

Ojo avizor.

Aunque No Lo Parezca...

...Sigo por aquí, no me he marchado. Vigilo...