Prueba Capital.
Sí, yo cuento con un arma para decidir cómo obrar en momentos importantes en los que han conseguido cabrearme. Es muy simple, me hago seis preguntas a las que necesariamente me obligo a contestar: ¿Qué?, ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿por qué?. Una vez obtengo las respuestas pertinentes, me decido a empuñar la pala y cavar dos tumbas...